Ahora escribo mientras ella y papá ya están dormidos.
Han sido los tres meses más revolucionados de toda mi vida. Es verdad así de que la vida cambia por completo, y cambia para bien. Ahora sólo pienso en mi bebé, no paro de verla... Y nuevamente no puedo creer que yo haya sido capaz de hacer algo tan perfecto y hermoso. También han sido los tres meses en los que más he llorado de felicidad. Siento que mi bebé es mi compañerita de vida, mía y de Jorge... Es una sensación increíble. Odio tener miedo, pero es inevitable para mi pensar que mi bebé lo es todo para mi, y no quisiera ni pensar que haría sin ella. El amor de madre es el amor más fuerte que pueda existir... Me alegra corroborarlo :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario